Cada semana afloran en los medios de
comunicación casos de agresiones físicas y verbales a gays, lesbianas,
bisexuales y transexuales. En los últimos años han ido creciendo de
manera progresiva las denuncias de este tipo y lo peor es que gran parte
de estas agresiones hoy en día aún no se denuncian por miedo y
vergüenza aparte de por tener la sensación de que la denuncia va a caer
en saco roto. Desde la aprobación del Matrimonio Igualitario en el año
2005 por parte del Gobierno de ZP con el apoyo de casi todo el Congreso
exceptuando al Partido Popular (que no debemos olvidar jamás que votó en
contra) se ha conseguido una igualdad total en derechos pero
socialmente aún falta mucho por avanzar. Una mayoría de las denuncias de
agresiones por odio tienen como protagonistas a miembros del colectivo
LGTBI.
Por un lado hace falta una ley
estatal como la que está a punto de tramitarse y aprobarse en el
Parlament de les Illes Balears en contra de la LGTBIfobia que persiga
este tipo de agresiones y casos de discriminación por orientación sexual
y por otro lado hace falta volver a reimplantar la asignatura fallida
de Educación por la Ciudadanía en las escuelas, incluso en los colegios
privados. Debemos desterra r cuanto antes el “bullying” de las aulas. Es
vergonzoso haber perdido cuatro años desde que el PP de Mariano Rajoy
retiró esta asignatura del programa escolar a la vez que se han hecho
fotos en la boda de Maroto con su ya actual marido proclamando que ellos
son muy progres y modernos. La hipocresía y la homofobia en las filas
del PP no han podido contra el matrimonio igualitario pero han
conseguido que la igualdad real y social no haya progresado e incluso
haya retrocedido.
Un país como España que es uno de los
principales destinos turísticos LGTBI a nivel mundial no puede permitir
que los homófobos campen a sus anchas y el Gobierno que se forme
después del 20D debe coger el toro por los cuernos para atajar de raíz
este problema. Hace falta mano dura y sobre todo mucha educación por más
que le pese a la derecha más recalcitrante y a asociaciones casi
marginales como Hazte Oir o el Institut de Política Familiar de Balears.
Gobierne quien gobierne los próximos cuatros años tendrá la obligación
de proteger lo mejor del legado que dejó el gobierno de Zapatero que
aunque no es demasiado sí que es muy valioso.
Chema Ferrer @chema_truman
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