(www.ciutat.es) Cada vez que desde el Instituto de Política Familiar de Baleares
(IPFB) abren la boca, muchos nos echamos a temblar esperando escuchar
una barbaridad contra los gays, las mujeres y contra cualquier persona o
iniciativa que busque la igualdad y el progreso social. Esta vez, y
coincidiendo con la celebración del Orgullo LGTB, han arremetido contra
el matrimonio homosexual, al que equiparan con “dos ancianas que viven
juntas, tres hermanos en una casa o seis amigos que comparten piso…”. De
esa misma manera exigen que sean tratadas las parejas homosexuales y no
como una relación de matrimonio, que es lo que realmente es. Este
razonamiento cae por su propio peso y es tan fácil de rebatir que no
merece ni una palabra más.
En el mismo comunicado se apoyan en que en el año 2010 “sólo” se
celebraron 113 bodas homosexuales frente a las 3.947 heterosexuales.
Aunque se hubiese celebrado sólo una boda homosexual, la ley ya tendría
su razón de ser y es que es una cuestión de Justicia, y no exactamente
de la divina como les gustaría a los del IPFB.
Gays y lesbianas han de tener derecho a elegir casarse (o no) y a
que sus uniones se llamen matrimonio con los mismos derechos y
obligaciones que un matrimonio formado por un hombre y una mujer.
Mientras cada vez un mayor número de países civilizados aprueban
leyes equiparando el matrimonio homosexual y desde la ONU y desde el
Parlamento Europeo se pide a los diferentes países que avancen en este
tema, la asociación ultra católica de Agustín Buades intenta que
retrocedamos varias décadas en derechos y libertades ¡Todo un
despropósito!
El IPFB intenta actuar como un lobby presionando al gobierno de turno
para imponer sus ideales reaccionarios. Por desgracia, en el
Partido Popular hay un sector que comulga con la filosofía de esta
asociación y a veces consiguen influir en las decisiones del Govern,
como cuando lograron que la Conselleria de Sanitat dejase de financiar a
las clínicas abortistas privadas.
A Agustín Buades aún le debe de estar picando la foto de la concejala
popular Aina Ferriol entregando el Siurell Rosa en la fiesta del
Orgullo LGTB celebrada el pasado sábado en Sa Faixina. Y, por si fuera
poco, iba acompañada de los concejales Navarro y Vallejo, que se
marcaron un puntazo al acudir a la convocatoria. Aunque sea muy
lentamente, algo está cambiando en el PP.
2 comentarios:
los de benamics no hacen nada bien.-..
Anónimo, si crees que lo hacen mal, presentate como voluntario y ayudalos a mejorar.
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