Estoy en la tienda observando el alegre espectáculo que me ofrece una tarde calurosa de primavera. Hay que ver a estos chulazos que son como los caracoles y salen en tromba después de la tormenta. Reconozco que visualmente me pone 1000 veces más un chulazo hetero de esos que parecen recién salidos de prisión que no algunos amagos de Boris Izaguirre aderezados con toques de Madó Pereta.
Ya que las alegrías de la carne cada vez son más escasas cada vez me deleito más y mejor con las alegrías visuales aunque algunas parezcan más bien ilusiones ópticas. Tengo asumido que voy camino de convertirme en un viejo verde en toda regla; lo de verde ya hace años que lo soy y lo de viejo pues poquito a poquito lo voy consiguiendo que no es poco mérito en estos tiempos que corren.
Esta tarde ha pasado por delante de mi tienda una pareja de NOVIOS (chico+chico) cogiditos de la mano y enseguida me he sentido bien y se me ha puesto una sonrisa de oreja a oreja orgulloso de vivir aquí y ahora. Por un momento me han entrado ganas de tener pareja pero por suerte me he dado un golpe en la cabeza y se me han pasado inmediatamente y me he puesto a pensar en María Dolores de Cospedal
No hay comentarios:
Publicar un comentario