"La Limusina Burlesque".

Soy Ludovica Cameron, travestíssima de lujo, apuntada a la moda del relax-movil, os presento "La Limusina Burlesque".

"La Limusina Burlesque" es una forma desenfadada de tener contactos en un ambiente selecto y privado. El reclamo soy yo misma, subida en el techo de la limusina posando piernas arriba como una starlette en una sesión de fotos. Doy lo mejor de mí recorriendo las mejores zonas de la ciudad. Me exhibo haciendo play backs cuando le digo a mi chófer, Manu El Perla, que ponga los altavoces bien altos.

Soy un poco llamativa promocionando mi arte y mi profesión, a veces me ha pasado que en un semáforo en rojo, mientras soy un cartel viviente como una diosa de Las Vegas, un matrimonio mayor baja su ventanilla para preguntarme: "¿Pero tú que eres: hembra o travesti?" y ahí es cuando le interpreto el estribillo de "Where Do I Begin" de Shirley Bassey y me crezco ante mi público, me debo a ellos.

En la intimidad de la limusina, te espero sentada en la tapicería de cuero beige, con los tirantes caídos y enseñando muslo: toa perra, toa sexy.

He de confesar que últimamente me piden la fantasía sexual de pagar con tarjeta de crédito privada, pero el dato está en ponerle una pegatina de una institución pública en el reverso. La corrupción les pone cachondos perdidos... También hubo un grupo de encorbatados, un tanto catetos de pueblo, que además de pagarme de esta manera, querían que me llamara Rasputina y vistiera como una rusa. Supongo que para emular a sus ídolos...

Soy Ludovica Cameron, rechaza imitaciones. Sólo si ves a un pibón encima de una limusina, haciendo play backs dramáticos, pasando por tu calle, sabrás que estás delante de calidad y buen hacer. Grandes descuentos si enseñas el carné del Opus.